martes, 29 de abril de 2014



ACTO PUBLICO DE IU CELEBRADO EN CUENCA EN EL DIA DE AYER

Participarón en la conferencia Marina Albiol y Ana Cruz, candidatas a las elecciones europeas



 Ambas criticaron el sistema bipartidista indicando que tanto PP como PSOE  han votado juntos más del 70 por ciento de veces en el Parlamento Europeo y pactando la reforma del artículo 135 de la Constitución Española. “Frente a la política de privatizaciones y control del déficit de estos dos partidos, nosotros apostamos por una Europa de justicia social cuyos recursos vayan destinados a repartir riqueza para que todos los ciudadanos 

puedan  tener una vida digna y no a pagar una deuda  de la  que reclamamos que se haga una
 auditoría y posterior quita” explicó Marina Albiol.
Por su parte Ana Cruz manifestó que en 
este momento lo más importante para IU 
es la creación de empleo en   
los países europeos, con salarios 
decentes y condiciones dignas.  
Finalmente planteó la necesidad de 
una Renta Básica  para todos puesto 
hay que cientos de ciudadanos que lo
 están pasando muy mal “y no pueden aguantar 
más la vida,  así de dramático”.

domingo, 27 de abril de 2014



El PCE rechaza el tratado transatlántico de inversiones y partenariado (TTIP) entre EE.UU y la UE


La Unión Europea y los EE.UU. están trabajando en total clandestinidad desde hace más de un año en la aprobación de un Tratado para el libre comercio.

Cuando empezó a salir a la luz que estas negociaciones existían, lo que se argumentó por parte de la UE fue que se crearía empleo con su ejecución. Este es el "único" logro que dan como positivo (de una forma cínica) porque nadie puede entender que la libertad de comercio beneficiará a las empresas europeas y mucho menos a las del Sur de Europa.

Este acuerdo pretende constituir un área de libre comercio y un acuerdo de inversiones entre los dos lados del Atlántico para impulsar las relaciones comerciales y construir teóricamente un bloque económico capaz de competir a nivel global con los inmensos mercados Chino e Indio. El TTIP supondrá un debilitamiento de las relaciones comerciales con otros bloques económicos, como el otro lado del Mediterráneo o América Latina y el Caribe. No olvidemos que la izquierda latinoamericana rechazó en su día una alianza regional similar, y construyeron la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) como alternativa propia fuera de la tutela de EE.UU.

Pero el TTIP no sólo impulsará la integración comercial sino que también afectará en materias como la colaboración con la OTAN, la ciberseguridad y ciberdefensa. Incrementar la alianza y los vínculos militares con EE.UU. supone estrechar aún más los lazos con su política imperialista y reafirmar la asunción de sus objetivos geopolíticos, en un ejemplo más de subordinación de los intereses europeos a los de Estados Unidos.

El acuerdo supondrá la destrucción del tejido productivo europeo. Las empresas de EE.UU son de mucho mayor tamaño medio que las europeas, lo que supondrá el definitivo cierre de muchas factorías europeas, de menor tamaño. Sólo podrán salir beneficiadas las grandes multinacionales europeas.

El tratado constituye, sin duda alguna, una agresión a los pueblos de Europa porque conlleva la eliminación de regulaciones ambientales, de seguridad alimentaria, sociales, laborales, etc. Lo que tendrá consecuencias en términos de recorte de derechos, de servicios públicos, de empleo, de protección al medio, etc.

Lo que realmente esconde detrás este tratado es la exigencia de EE.UU. de eliminar la regulación del mercado laboral europeo poniendo en cuestión a las propias decisiones de la Organización Internacional del Trabajo, sobre todo en lo que respecta a la sindicación y a las políticas salariales, lo que de hecho va a suponer una destrucción de empleo y, según la propia Comisión Europea, una deslocalización sustancial y prolongada en el tiempo de trabajadores lo que va a profundizar la desigualdad en Europa. Con respecto a las cuestiones medioambientales, lo más grave es el intento de suspender gran cantidad de leyes medioambientales, sanitarias y de seguridad alimentaria, lo que supone la eliminación del Principio de precaución, que exige la regulación de las sustancias químicas peligrosas, de la entrada de Organismos Modificados genéticamente (transgénicos), sustancias tóxicas etc. Además de la desaparición de la limitación al uso de la fractura hidráulica en todo el territorio europeo, dando paso a la utilización indiscriminada del fraking y el abandono de las energías renovables. Lo que supone un avance cualitativo de un modelo energético antagónico con la soberanía de los pueblos y los límites del planeta.

El Tratado permite que las empresas norteamericanas proveedoras de servicios incluidas las farmaceúticas y de servicios hospitalarios privados de EE.UU. puedan impugnar las políticas públicas exigiendo la liberalización de todos los servicios. Se contempla también desregular el movimiento de capitales y que la banca privada pueda demandar a un gobierno que no paga y obligar a imponer impuestos a la ciudadanía para pagar a los bancos. Las consecuencias para la agricultura, ganadería, las medianas y pequeñas empresas, serán sin duda incalculables. Si las negociaciones se abren por completo al sector agrícola tendrá un gravísimo impacto sobre los ingresos de los agricultores europeos que no pueden competir con un país donde el tamaño medio de las explotaciones es casi 8 veces mayor. En el sector agrícola se deberá cambiar toda la legislación europea en cuestión de calidad y seguridad alimentaria.

En definitiva, es un tratado que pretende hacer irreversibles las reformas neoliberales al servicio del capital, un tratado negociado a espaldas de los pueblos de Europa y que dejará en papel mojado los derechos reconocidos en las distintas constituciones y la soberanía de los estados que componen la UE.

El PCE muestra su rechazo a este tratado, exige al gobierno que informe a la ciudadanía de su contenido y consecuencias y llama a la mayoría social que se verá afectada a la movilización contra esta agresión a nuestra soberanía y nuestras leyes y derechos, exigiendo un debate público y la convocatoria de un referéndum para su ratificación.

viernes, 25 de abril de 2014

lunes, 14 de abril de 2014



Manifiesto del PCE para el 14 de abril. Por la III República


El modelo de Estado y de Gobierno surgido de la llamada Transición está roto: La Constitución de 1978 declara derechos que nadie garantiza (vivienda y trabajo dignos, servicios público de calidad y de acceso universal, redistribución de la riqueza nacional, etc.), y en tiempos difíciles como los actuales hacer recaer todo el peso sobre las familias trabajadoras, liquidando la democracia formal en favor (y por manos) de la dictadura de los mercados. 

Vivimos tiempos de una extraordinaria gravedad en los que las clases populares están sufriendo la mayor agresión de nuestra reciente historia, los poderes económicos, mediáticos y políticos existentes con la excusa de esta crisis-fraude están aplicando una agenda neoliberal draconiana para la esquilmar a la ciudadanía y el mantenimiento de la tasa de ganancia de la minoría que representa el capitalismo. Todo ello con la intención política y social de empobrecer a la mayoría social trabajadora y precarizar su forma de vida con el mantenimiento de un sistema corrupto que recorta derechos y libertades cada vez más represivo.
 

Por ello, convencidos que la República de España vuelve a ser la respuesta en positivo, la respuesta ilusionante, la manera democrática de constitucionalizar la justicia social y el reparto equitativo de la riqueza, debe ser la forma social y política de gobierno que de la solución al desempleo, a los desahucios y al dominio de la banca sin escrúpulos entre otras cuestiones que hoy angustian a millones de españoles.

Por ello, hoy más que nunca, es necesario configurar una alternativa Republicana, y poner en marcha un proceso constituyente hacia la III República, que va a posibilitar una Jefatura democrática del Estado pero que, sobre todo, está llamada a acortar la brecha social entre ricos y pobres, a restablecer los derechos que nos están robando y a constitucionalizar otros nuevos que también reivindicamos.
 

Por lo que la denuncia de la monarquía como institución que estructura y forma parte integrante del régimen actual se desvela como una línea importante en la construcción de una alternativa al sistema bipartidista monárquico y en consecuencia es tarea del PCE y de la sociedad potenciar el movimiento republicano, y de forma específica contribuir al desarrollo de la Junta Estatal Republicana y su representación en todos los niveles de la sociedad, siendo ésta un instrumento para hacer posible de manera más efectiva un espacio de convergencia plural republicana, logrando esta convergencia y unidad, a través de proveer como estrategia colectiva la unidad de acción.

Por lo tanto, desde el PCE, planteamos que toda propuesta republicana aparezca como alternativa a la realidad existente. Una alternativa que debe ser conformada, desarrollada y apoyada por el mayor respaldo ciudadano.
 

La Monarquía expresa, no sólo simbólicamente, sino prácticamente, el poder de las oligarquías financieras y empresariales, que dominan entre 1.400 familias el 80% del PIB, y bajo cuya hegemonía se han dado retrocesos en derechos políticos, sociales, laborales, económicos, medioambientales, dejando en papel mojado los derechos más importantes impuestos en su día en la Constitución Española.
 

Frente a este panorama, el modelo estatal republicano ha de asentarse, en primer lugar, sobre la consolidación de un sistema verdaderamente democrático de todo el pueblo, cuya condición e instrumento fundamental sea la participación directa y activa del conjunto de la ciudadanía en la vida política. Los órganos representativos del Estado republicano han de integrarse y desarrollar su actividad partiendo de los principios propios a una democracia auténticamente popular.
 

Denunciamos la construcción de un pacto o acuerdo que legitime la monarquía y participaremos en la construcción de una alternativa constituyente defendiendo la opción republicana, en lo que planteamos como propuesta Republicana del PCE:
 

- Todos los órganos representativos del Estado son electivos y renovables, con limitación de mandatos. Por supuesto, la jefatura del Estado está sujeta a elección popular. La libertad de discusión, el ejercicio de la crítica y la autocrítica y la regla democrática de la mayoría en la toma de decisiones marcan el funcionamiento en todos los órganos estatales colegiados. Todos los órganos representativos unipersonales deben ser nombrados por un órgano colegiado. El Senado se convertirá en la cámara territorial del Estado.

- La garantía última del principio de sufragio universal se sustenta en el reconocimiento de un sistema electoral basado estrictamente en la proporcionalidad, donde sea verdadero el principio de “una persona, un voto”, donde es necesaria la formación un sistema de circunscripciones que asegure dicho principio de proporcionalidad, por ejemplo, circunscripción autonómica complementada con un sistema nacional de resto que asegure la representatividad de las CCAA menos pobladas. Lo que implica la reforma de la Ley Electoral.

- Todos los miembros de los órganos del Estado tienen un deber de rendición de cuentas periódicas de su actuación, pudiendo ser revocados de sus cargos. En su actuación, todos los cargos públicos han de conducirse a través de un Código Ético de obligado cumplimiento.

- Las organizaciones sociales también tendrán derecho a participar directamente, de acuerdo a las normas, en el ejercicio del poder público. Asimismo, existen otros instrumentos de democracia directa, como son el referéndum vinculante, la consulta popular o la iniciativa legislativa popular.

- Ha de ser un principio básico para el funcionamiento democrático del Estado la consecución de la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres en todos los aspectos de la vida social y política económica.

- La Centralidad del municipalismo, como base de una democracia participativa y en la que la voz de los trabajadores y trabajadoras es, no ya fuente de la soberanía del Estado sino, ella misma, portadora efectiva de la soberanía popular.

-Se potenciará el poder político de los municipios por se la institución más cercana al ciudadano) y se dotará de mecanismos de democracia participativa plena.

- La Republica que propugnamos será laica en el funcionamiento del Estado y sus instituciones, garantizando la libertad de conciencia de las personas y una educación pública, laica, obligatoria, universal, gratuita y de calidad.

La Tercera República, que defiende el PCE, es un modelo social, político y económico en que se respeten los Derechos Humanos y con el que la mayoría social viva de forma digna.
 



VIVA LA TERCERA REPUBLICA


domingo, 13 de abril de 2014


El PCE de Cuenca celebra su congreso provincial en el dia de hoy en Mota del Cuervo

En la tarde del domingo los militantes comunistas de la provincia de Cuenca se han reunido en Mota del Cuervo para debatir el documento político presentado por el comité provincial saliente, dicho documento ha sido aprobado con los votos del 90% de los asistentes.



Tambien se han aprobado varias resoluciones: 
Resolución de apoyo a las marchas de la dignidad del 22 de marzo
Resolución de  apoyo a los trabajadores del Mesón Casas Colgadas     
Resolución   de apoyo al cumplimiento de la ley de memoria histórica

Por último  se ha elegido al nuevo comité provincial que está compuesto por los siguientes militantes: Fidel Clemente Blasco, Ana Sanchez Domingo, Antonio Serna Gonzalez, Miguel Angel Fernandez Marchante, Nemesio López Pacheco, Santi Lopez Millán, Primitivo Cano Contreras. También se ha elegido a Fidel Clemente Blasco como nuevo secretario provincial.
El secretario provincial ha comentado que el nuevo comité provincial  participara en cuantas movilizaciones sean necesarias para acabar con las políticas de recortes sociales y civiles impuestas por el gobierno del Partido Popular.

En momentos de tanto sufrimiento ciudadano, el secretario provincial hace un llamamiento a la lucha y la movilización, a la no resignación, a la rebelión democrática y ciudadana, para luchar contra los recortes y los abusos, por los derechos de los trabajadores, para luchar por una III República que es la salida real a la crisis, al reparto equitativo de la riqueza, que ofrece a los españoles un proyecto y un horizonte ilusionante y de futuro.

Ha condenado la postura del PP de Reillo por poner a una calle el nombre de generalísimo, lo cual incumple la ley de memoria histórica del año 2007, asi como exigir al subdelegado del gobierno el cumplimiento de dicha ley en Reillo y en otros pueblos de la provincia de Cuenca donde existen nombres y vestigios relacionados con el régimen franquista que coarto la libertad de los españoles durante 40 años.


lunes, 7 de abril de 2014

Llamamiento conjunto para las elecciones al Parlamento Europeo

La Unión Europea (UE) se encuentra inmersa en una profunda crisis que, siendo una expresión de la crisis del sistema capitalista y de sus contradicciones, resulta de las políticas concretas que favorecen al gran capital, la financierización de la economía, la circulación incontrolada del capital, la liberalización de los mercados, las privatizaciones, el ataque contra los servicios públicos, una creciente acumulación de capital y el incremento de la explotación. Estas políticas han sido llevadas a cabo por las fuerzas políticas de la derecha y la extrema derecha, así como por la socialdemocracia. Así como la crisis del capitalismo pone de manifiesto los límites históricos del sistema,  la crisis de la Unión Europea muestra que la UE no es en esencia reformable, como una estructura y proceso neoliberal y militarista. Otra Europa sólo será posible con un cambio radical de los fundamentos sobre las que la UE fue construida.

Confrontada con la crisis, la UE promueve la financiación de los grandes bancos, la transformación de la deuda privada en deuda pública y su utilización como instrumento de dominación económico y político; desata una violenta ofensiva contra los derechos laborales y sociales y profundiza su rumbo neoliberal y militarista – que está determinado por los intereses de los grandes grupos económicos y financieros y de los Estados dominantes. En consecuencia, la Unión Europea promueve la concentración del poder político en un directorio de potencias, que fortalece la falta de democracia, el predominio de los Estados dominantes y la división dentro de Europa entre un centro “rico y dirigente” y una periferia “pobre y dominada”.

Esta ofensiva busca imponer una regresión social de proporciones históricas, lo cual se refleja claramente en brutales recortes en salarios, pensiones y bienestar social; en el creciente desempleo y los empleos precarios – con consecuencias dramáticas para la población joven; en un acceso cada vez más restrictivo a la sanidad, la educación, la vivienda, en el incremento de la pobreza y la exclusión social, en el tratamiento a los y las inmigrantes como criminales en potencia. Esta ofensiva, que se acompaña de ataques contra los derechos sociales alcanzados y que están, en muchos casos, consagrados en las Constituciones nacionales, restringe otros derechos y libertades, tales como los derechos sindicales, derechos de asociación, de manifestación y de participación democrática.

La democracia, la soberanía nacional, el derecho al desarrollo económico y social están puestos en peligro por los “memorándums de entendimiento” de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI, que incrementan la explotación e imponen relaciones de estilo colonial, fomentan la desigualdad social y las asimetrías de desarrollo, y que busca institucionalizar y perpetuar el proceso de profundización de la Unión Económica y Monetaria.

Estas políticas abren el camino a nacionalismos reaccionarios, al racismo y a la xenofobia, al resurgimiento de las fuerzas de extrema derecha y fascistas que fueron derrotadas por la lucha de los pueblos durante el siglo XX.

La política de la UE confirma sus ambiciones como bloque imperialista político-militar, subordinada a la OTAN y, por lo tanto, a los EE.UU., promueve el militarismo, la carrera armamentística, y está caracterizada por una actitud de dominación sobre el mundo, como se prueba por sus tipos específicos de acuerdos comerciales, sus operaciones de interferencia y agresión contra países soberanos y el reciente Acuerdo Transatlántico sobre Comercio e Inversión firmado entre los EE.UU. y la UE.

Los problemas medioambientales y de desarrollo sostenible son tratados de forma fragmentada, y la UE promueve políticas que, mientras ocultan las causas reales de la crisis medioambiental y sacrifican su solución real, buscan incrementar los beneficios de los grandes grupos económicos.

El rumbo de la UE y sus políticas está consagrado en sus diferentes Tratados, en el “Pacto de Estabilidad”, en la “Estrategia 2020”, en las medidas de “Gobernanza Económica”, en las pautas del “Semestre Europeo” y, más recientemente, en el Paquete Fiscal, todos ellos basados en la desregulación económica y financiera.

Estamos profundamente convencidos de que este rumbo que está siendo impuesto a la clase trabajadora y los pueblos no es inevitable. Como se muestra en la realidad de otros continentes, los procesos de cooperación e integración de naturaleza progresista son posibles, respetando los derechos y aspiraciones de los pueblos.

Afirmamos que un rumbo diferente es posible para Europa. El primer paso en esa dirección es una ruptura profunda con las políticas de la UE, con el neoliberalismo y el militarismo y con la concentración y centralización del poder en las manos del directorio de grandes potencias.

¡Por una Europa de cooperación, progreso social y paz!

Las fuerzas comunistas, progresistas, anticapitalistas, antineoliberales, de izquierda y ecologistas que apoyan este Llamamiento consideran las próximas elecciones al Parlamento Europeo, del próximo mes de Mayo, como una importante oportunidad para dar voz a las luchas de los trabajadores y las trabajadoras y los pueblos que se extienden a lo largo de la UE, para afirmar la necesidad y la posibilidad de una Europa de cooperación, de progreso social, de paz, de igualdad, de promoción del medio ambiente, que respete la democracia y la solidaridad, que ponga a los trabajadores y a los pueblos, y no a los grandes intereses económicos, en el centro de sus políticas.

La Historia del continente europeo demuestra que los trabajadores y trabajadoras y los pueblos pueden, a través de su lucha, derrotar grandes peligros y dar lugar a avances progresistas e incluso revolucionarios, algunos de los cuales marcan aún hoy la realidad de nuestro continente.

Hoy, una vez más, la lucha de masas es decisiva, en defensa de los derechos sociales y laborales, de la democracia y de la soberanía, por profundas transformaciones de naturaleza antiimperialista y antimonopolista, en el camino hacia la construcción de nuevas sociedades de progreso, paz y justicia social. Como en otras partes del mundo, así también en Europa los pueblos están intensificando su resistencia y lucha, están construyendo alianzas y solidaridad, buscando asegurar el camino a la transformación social.

Llamamos a los trabajadores y trabajadoras, la juventud, las mujeres y en general a los pueblos de los Estados miembros de la UE a dar, en las próximas elecciones al Parlamento Europeo, una expresión electoral a las intensas luchas que están librando, condenando a aquellos que son responsables por las políticas antisociales y antidemocráticas de la UE y apoyando a aquellos quienes, como los firmantes de este Llamamiento, están al lado de ellos en la lucha, que dan voz en el Parlamento Europeo a sus aspiraciones, demandas y protestas y quienes representan una alternativa real para Europa.

¡Otro rumbo para Europa es posible! A través de la lucha y la solidaridad que unen a todos aquellos que, en cada país, y conjuntamente en Europa, trabajan, actúan y luchan por la transformación progresista y revolucionaria de sus sociedades y por una alternativa al capitalismo.

En este sentido, las fuerzas que firman este Llamamiento se comprometen a continuar luchando por:

La cooperación en toda Europa por los derechos sociales, que valore el trabajo y al pueblo trabajador, el pleno empleo con derechos, el empleo para los y las jóvenes y el fin de la emigración económica forzada, los derechos de la tercera edad y de los niños, defendiendo los servicios públicos y la naturaleza y propiedad públicos de sectores y áreas estratégicos, para asegurar mejores niveles de vida. Una Europa que garantice los derechos de todos los ciudadanos independientemente de su orientación sexual, una Europa sin discriminación de la mujer y que respete su derecho y condiciones a la libre maternidad, así como a decidir sobre su propio cuerpo.

La cooperación en toda Europa por el progreso económico y social, de convergencia real, basada en la salvaguardia y promoción del potencial de cada país, en la defensa de sus sectores productivos y de la soberanía y seguridad alimentaria, en el apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas, en el final de los paraísos fiscales y de la circulación libre y desregulada del capital, en la oposición y gravamen de los movimientos de capital especulativo, en un uso sostenible de los recursos naturales y la protección del medio ambiente.

Una Europa de cooperación entre Estados soberanos con iguales derechos, que respete y defienda la democracia y la participación democrática, que se oponga a todas las formas de discriminación, nacionalismo reaccionario, racismo, homofobia, sexismo, xenofobia, chovinismo, anticomunismo y otras formas de intolerancia, que rechaza las medidas represivas y respeta los derechos, libertades y garantías democráticas, los derechos de los y las inmigrantes y las minorías, la diversidad cultural y las identidades.

Una Europa que luche por la paz y la solidaridad con todos los pueblos del mundo, que respete la Carta de Naciones Unidas y el Derecho Internacional – así como los derechos de los pueblos a la autodeterminación – que rechace la militarización de las relaciones internacionales, que esté a favor del fin de las interferencias y agresiones extranjeras y de los bloques político-militares como la OTAN, que promueva una cooperación internacional mutuamente beneficiosa, basada en la amistad, la solidaridad y un marco europeo para la seguridad común de todos los pueblos de Europa. Una Europa libre de armas nucleares y de bases militares extranjeras.

Hacia estos objetivos, estamos comprometidos con continuar el trabajo del Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea / Izquierda Verde Nórdica (GUE/NGL) en el Parlamento Europeo, en un espíritu de igualdad y respeto mutuo a nuestras diferencias, historias, experiencias y especificidades nacionales. Un espacio de cooperación que valorice lo mucho que nos une en la lucha por otra Europa.
 

Afirmamos nuestro Grupo Parlamentario como un espacio confederal de cooperación, con su propia identidad, entre fuerzas comunistas, obreras, progresistas, de izquierda y ecologistas, que tienen el objetivo común de dar voz en el Parlamento Europeo a las luchas de los trabajadores y trabajadoras y los pueblos, de reivindicar, proponer y defender políticas alternativas a aquellas que son llevadas a cabo por la derecha y la socialdemocracia, y dar expresión y contenido a la lucha por un rumbo diferente para Europa.

Al firmar este Llamamiento, nos comprometemos a sostener estos objetivos y guías. Cuanto más fuertes seamos, más fuertes serán las luchas por una Europa de cooperación, progreso social y paz.

1.- Partido Comunista de Gran Bretaña
2.- AKEL (Chipre)
 
3.- Partido Comunista de Bohemia y Moravia (Rep. Checa)
4.- Partido Comunista Francés
5.- Partido Comunista Alemán
6.- Partido de los Comunistas Italianos
7.- Partido de la Rifondazione Comunista (Italia)
8.- Partido Comunista de España
9.- Izquierda Unida
10.- Partido de los Comunistas de Cataluña
11.- Bloco de Esquerda (Portugal)
12.- Die Linke (Alemania)


domingo, 6 de abril de 2014